miércoles, 9 de febrero de 2011

L'Olleria – C.B. Ayora

Y lo escribo después de una tarde como la del pasado 06/02/2011.

Tarde, que para empezar era domingo, es decir día previo al curro. Tarde en donde, el C.B. Ayora, se desplazó a l’ Olleria a jugar su correspondiente partido. Tarde, donde un equipo parecía que tenía que encestar en una piscina olímpica y el otro, en el culo del vecino de ducha de gimnasio, heterosexual, de Boris Izaguirre.

Como llego tarde, para escribir una crónica vespertina, dejaré unas breves palabras, para que queden en el expediente y para que recordar a veces hay partidos en los que se intenta, pero simplemente no se llega.

Y no se alcanzó, no porque las canastas estuviesen ligeramente más altas y nuestros primeros tiros del calentamiento, no se aproximasen ni de casualidad a sus aros. Ni porque no se entrara intenso al partido, como puede que haya podido suceder en otros partidos, ni porque hubiese una grada enfurecida contra nosotros, (no quiero dejar de dar las gracias a la madre de Vicent y a Pilar, por el esfuerzo, más que meritorio y honroso que hicieron por acudir), ni porque no se siguiera la pizarra del míster (que supongo que tampoco se llegó a un nivel de excelencia que el comandante hubiese deseado), sino supongo que esta vez el equipo contrario fue simplemente mejor.

Repasando las estadísticas para escribir las presentes palabras, simplemente señalar que en los dos primeros cuartos, los chavales de l’ Olleria, introdujeron 24 y 19 puntos, es decir, hicieron una primera mitad de 43 puntos, que para ser un equipo de aficionados provinciales que juegan en última división, es la hostia, yo creo que no se lo creen ni ellos, ya que si no irían más que destacados como primeros. En especial referencia al jugador que llevaba el número 12, que repasando su anotación en el primer cuarto anotó la friolera de 4 triples (4/4), así como una canasta de dos.

La segunda parte, fue mucho más equilibrada, ya que en el cómputo de estos dos cuartos, únicamente fue de +2 para ellos. Por parte de los nuestros, la verdad es que fue momento de las posiciones 4 y 5, ya que entre Gus, Mateo, Pablo A. y Dario, materializaron 20, de los 28 puntos conseguidos. Pero lógicamente los locales ya habían dejado sentenciado el partido en tan fructífera primera mitad para ellos.

En el título de la presente parrafada, se planteaba, el por qué jugar cuando,… no tenemos necesidad, todos vamos liados hasta las orejas, ya que el que no tiene que criar a varios nenes, tiene un trabajo complicado o lo que es peor está buscando éste, hay veces que nos lesionamos (y la verdad es que este finde me tocó a mí y joder, no recordaba un dolor tan intenso en mucho tiempo). Muchos de los días que nos vamos a jugar nos cuestan broncas al hacer la mochila (madres, nenes, mujeres,…) y si aún encima, vienes jodido como este domingo, te cae una bronca en plan: “Ya no eres un crío, ahora tienes más responsabilidades como para jugártelas en un partido, no piensas,…” Y al día siguiente a currar, en estos momentos por suerte, pero sí a currar y cómo un cabrón más horas que el reloj de la torre.

Pero merece la pena; pues la verdad es que hasta ahora, para mí sí, y por qué:

Porque te enteras que la crisis ha llegado hasta los negocios con más solera del pueblo. De hecho no recuerdo 5 negocios que hayan pasado por menos manos que el Puticlub en los últimos 25 años. Local, cuyo fundador fue un torero no triunfador y que en el pueblo se le recordaba como Don, una de las pocas personas que todavía tenían el derecho a tan alto distintivo. Desde aquí un pequeño homenaje a D. Luis Chinchilla, restaurador de la profesión más antigua del mundo en nuestra solemne villa.
Porque cada vez que leo un correo de Manolo, me espatarro. De hecho, intento no abrir los adjuntos cuando hay gente, porque pueden pensar que estoy más gilipollas de lo que estoy que no es poco.
Porque el PETIT Gustavo, va haciéndose hombre, ya que después de sufrir en el politécnico tan arduos años, de estudio, salidas los jueves, paellas y orgasmus, lo contratan como ingeniero. PETIT, me ha dicho un pajarito, que eso de los ingenieros, era antes, ahora son pringaos a niveles extremos, que curran mucho y que cobran, básicamente no tanto.
Que no hay mucha gente que conozca Ekaterimburgo, que haya trabajado en ella menos y que haya compartido con el resto del grupo, el terrible mal congénito que les ocurre a las chicas en Rusia, que les hace ser repugnantes a la vista, menos.
Ver a una grada llena, con un frío que pela para ver un espectáculo, que por decirlo de alguna forma,…, a veces no es el más entretenido del mundo.
Porque sin quererlo, ni beberlo, a veces llegan mails de tías en cueros, muy desagradables de ver, o no.
Porque en el grupo hay un criado en las Casas de Madrona, que cuando te invita a jugar al voleibol, es para hacerlo en una era, entre alpacas y vertederas,…

Por estas cosas y muchas más, supongo que merece la pena.

Saludos

Evaristo

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