Partido vibrante el vivido el que vivimos el pasado sábado contra Villena. Por su posición en la tabla, éramos conocedores de lo dificil que iba a ser superarles, más aún con las bajas del Mister, Manolo, y las dos plazas vacantes: sin embargo, y a pesar de perder, desde el primer minuto dimos la cara y estuvimos a punto de dar la sorpresa. Tan es así que el sentimiento general fue de decepción por la oportunidad perdida.
Los errores que venimos cometiendo a lo largo de toda la temporada continuaron apareciendo en diferentes fases del partido: falta de ideas en ataque, laxitud en defensa, balones perdidos y dependencia de la inspiración de nuestros tiradores. Aún así el equipo dio buenas sensaciones por momentos, y como prueba está el hecho de que no solo aguantamos el tipo en los dos primeros cuartos sino que incluso nos llegamos a poner por delante en el tercero.
El último cuarto fue emocionante: aunque Villena se escapó de 6 puntos a falta de 3 minutos, una casta bajo aro y un triple de Jimi desde más de 7 metros nos dejaron a un sólo punto del equipo visitante. A falta de 10 segundos, y a la desesperada, provocamos una falta en medio de campo que dio lugar a dos tiros libres por parte de Villena: sólo metieron el primero, mas erraron el segundo, con tan mala fortuna que el rebote fue a parar a su center. Pasaron 4 segundos más y volvió a repetirse la jugada: falta provocada por nosotros, tiros libres, fallo en su segundo, y de nuevo rebote en ataque. Final del partido. El marcador final, 46 - 48, refleja lo igualado del encuentro.
Cuando miramos en la tabla, el resultado es engañoso: aparecemos cuartos, pero los que vienen por detrás han jugado menos partidos que nosotros. Además, hemos encadenado de nuevo una racha de -2, que debemos intentar romper la próxima jornada ante Fuente La Higuera, el tercer gallo en discordia de nuestro grupo.
Para finalizar, hacer hincapié en lo importante que es la presencia de todos y cada uno de nosotros en los partidos. La falta de rodaje y de entrenamiento la contrarrestamos con las buenas sensaciones que vamos recuperando partido tras partido: el problema es que la temporada no es eterna y acabar en una posición más o menos proporcional a lo que es (o era) nuestro potencial se nos va escapando partido a partido.
jueves, 19 de noviembre de 2009
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