miércoles, 30 de marzo de 2011

LOS PILARES DE LA TIERRA… Vs Castalla-Ayora

… o el magnífico arte de sobreponerse para cumplir un deseo que cada vez era más intenso, perturbado y vuelto a intensificarse.
Supongo, por no decir que estoy totalmente convencido, que construir una catedral a principio del siglo XIV debe ser una tarea muy difícil, y si encima, el destino te tiene guardado algún que otro inconveniente, la tarea se hace cada vez más difícil, pero existe algo más maravilloso, que creer que tu Dios está en los cielos y que de la nada eres capaz de amontonar de forma ordenada un gran montón de piedras dando forma para que puedas llegar a él y dejes en tu vida un espejismo del cielo, que dure más allá de tu paso por ella.

Que difícil es luchar por una ilusión, por el respeto merecido, por el limpio arte de creer, por sentirse que se puede, cuando los medios, los recursos y el entorno no te dejan alcanzar fácilmente tu sueño.

Cuanto cuesta caer, una y otra vez, que te quemen tu obra, que te desgarren tus ropas y tus carnes, tus sueños y tus pensamientos.

Cuanto dolor se siente ante la adversidad, física y emocional, que hace que de tu garganta se expulsen llantos de rabia, emoción y esfuerzo.

Quien es el osado que dice que luchar para ganar no es lo más bonito de nuestros días, quién es el osado que dice que el esfuerzo no tiene su recompensa, quién es el osado que dice que no hay valores que duren cien años, cuando estos salen del fondo de la condición humana, quién puede dudar de lo que es capaz de hacer la persona y el equipo.

No es fácil hacer altas catedrales, no es fácil construir bellos monumentos, canciones, poemas o ingenios mecánicos; No es fácil creer en una ilusión…, mantenerse por encima de todas las adversidades, por encima de las posibilidades y después, al final, caer derrotado por tu propia ilusión.

Sólo los elegidos son capaces de hacer grandes cosas, pero yo admiro a los que son capaces de apreciar lo que se hace, sea esto lo grande que una ilusión quiera que lo sea.

Stefen Jobs, cofundador de Apple utiliza una frase en sus ponencias de motivación: “imaginar lo que deseáis y esforzaros para conseguirlo, aislándoos del ruido que a vuestro alrededor se produzca, porque en ese momento, y sólo en ese momento, seréis vosotros mismos y conseguiréis lo que ansiáis”

Que fácil parece esto en el día a día, pero cuando estas en una cancha de baloncesto donde el minuto 1 comienzan a tocar un bombo, el griterío es abrumador y la tensión máxima, ¡Ahí me gustaría ver a Jobs y su Ipad 2 buscando jugadas perfectas!.

Señoras y señores, un sueño es aquel pensamiento que tu mente de forma subconsciente desarrolla en base a tus experiencias o estados emocionales próximos.

¡¡¡¡¡¡Un sueño es estar en la cancha del CB Castalla y jugar el partido del pasado día 26 de marzo de 2011.!!!!!!

Es difícil explicar tanta emoción sólo con palabras y mira que el léxico castellano es rico, pero no contiene términos como Bonayrábia, Luchhaermosín, Yimidolor, Pablopedo, Manolexplosión, Aguantevaristo, Darión, vamos, no los encuentro ni en inglés.

Para los que no pudieron venir, decir que la adrenalina corría a capazos por sus venas, pero desde el principio, cuando Manolo se acerca para explicarme que se había tomado un fármaco para relajarse y que no le parecía normal lo que hacía su corazón. Le tomé el pulso, y bajo mis dotes médicas, le dije que era fruto del esfuerzo de precalentamiento, a la vez que me cagué, ya que era una arritmia en toda regla, pero no estábamos para más bajas. Pregunté y me dijeron que ya tenían instalado es desfibrilador en el pabellón y me sentí más tranquilo.

Ahora me doy cuenta de que me equivoqué, aquel ritmo cardiaco no era por el esfuerzo del calentamiento, sino por el esfuerzo que tenía que hacer su corazón por bombear las toneladas de adrenalina que le caían de todo su ser.

Si digo que tenía claro que este partido se iba a ganar, quedo como un fantasma, pero las sensaciones me decían que si, que este se gana, por pundonor, por creer en las posibilidades y por las abundantes ganas de hacer baloncesto.

No se que más debía haber ocurrido para dejar de construir nuestra catedral en Castalla; Nada fue fácil, pero nosotros así lo entendimos desde el inicio, y también supimos, que el partido se ganaba o perdía al final, por lo tanto, era cuestión de estar ahí hasta que las fuerzas nos acompañen y rematar por el pundonor que este magnífico deporte nos da semana a semana.

Siete soles como siete jugadores o viceversa fueron a jugar a Castalla. En verdad de la situación, decir que eran seis y medio, ya que nuestra efigie de pivot hubo que recogerlo en Almansa a la salida del salón de bodas, donde todo niquelado prestó su cuerpo a nuestra disposición, incluso muy por encima de sus posibilidades.

Como no esperábamos que fuera de otra manera, nuestro pivot verbenero, caga nada más llegar, y esta vez evoluciona su estado a descomposición, vómitos y una cara con un blanco nuclear más propio del entierro de la sardina que de un partido de máxima rivalidad.

Pero todos, y digo todos, sabíamos que era cuestión de minutos el que nuestro aguerrido 4, soltase toda su casta y calidad y nos dieses unos minutos magistrales. Para empezar, los primeros minutos, lo mandamos al bar a tomarse una colección de tónicas para intentar recuperarle el estómago.

Pero todo estaba controlado. Ellos presentan a su equipo de gala; en la rueda de calentamiento, vemos como ya son 3 los jugadores que machacan y en especial, el 6, a una velocidad de vértigo.

Para la tranquilidad del mister, nosotros no metíamos ni las entradas simples con la derecha. Esto promete.

Viene a la mesa de anotación una rubia muy…, vamos, espectacular, amable y sonriente en todo el partido, lo que es de agradecer.

Montamos el 5 inicial, y empezamos con las objeciones, Yimi se niega a defender abajo por miedo a su fisura en el tabique nasal, fruto de otra crónica. Pablo en el bar y se monta un equipo perfecto con Darío, Carlos, Manolo, Yimi y Pablo H.

Empezamos fuertes, sólidos, pero no era suficiente: el ataque estaba desmontado, y ellos si que encestaban, de tal manera que se fueron 12 arriba. Manteníamos nuestras personales y seguíamos muy cerrados en defensa, lo que evitaba rebotes fáciles para ellos.

Se hacen cambios, y puesto que Pablo A. ya había vuelto del bar, entra a jugar con la máxima disposición: El primer pase que le dan, le da en la espalda, ya que todavía estaba en la boda.

Con suavidad y mimo le sugiero que entre en el juego o se le caerán todas las muelas en breves minutos.

Perdemos el primero, pero me gustan las sensaciones. Hemos parado su juego, sólo hicieron 19 puntos, sobre los 9 nuestros y hemos detectado la capacidad de escupir de los aros.

La segunda parte, endurecemos la defensa, movemos más en ataque, y con un triple de Yimi y otro de Pablo H. ganamos este cuarto 10 a 12, llegando al descanso con un marcador de 29 a 21 a su favor, pero con mejores sensaciones, ya no vomitaba Pablo A. e incluso Evaristo saltaba sin piedad sobre su maltrecho tobillo esguinceado.

Tras el descanso, y segundos antes de entrar a pista, se oyen las ya tan utilizadas palabras de Calos “Vamos coño que podemos” junto con las de Manolo “Vamos, hostias que estamos ahí”; Esto dicho gritando en el oído de todos, lo que sienta como una patada en los mismísimos, pero hay que dejarlos, es fruto de las horas viendo en la televisión al Sargento de Hierro Clint Eastwor.

Salimos encendidos cual ratero en mecha, toro encabronado, o grupo de mozas detrás de Pablo A. o delante. Triple de Yimi, y 2 de Abarca, 2 de Calos, 2 de Manolo, 2 de Carlos, triple de Yimi, dos de Carlos y tres de Pablo H. Superdenfensa y ganamos el cuarto, devolviéndoles el 9 a 19 inicial. ¡¡¡¡Señores, estamos arriba, 38 a 40!!!

Como esperábamos, era tarde difícil, pero si lo damos todo, lo que se dice todo (Pablo A. lo entendió y nos sedujo con los langostinos de la boda), la tarde podría ser de un sol radiante por encima de la Sierra Mariola.

Sacamos de banda, y…., dos de Carlos y dos de Carlos. Ganamos de 6 antes de que ellos hicieran su primera canasta.

El partido estaba tenso cual condón de dieciochoañero en su primer día. Los gritos de las gradas se mezclaban con una pita y con el bombo, o sin él, ya no se sentía nada. El ruido no nos dejaba oírnos los pensamientos a nosotros mismos.

Jugamos con los cambios, las presiones al arbitro, los gritos desde el banquillo, los cambios posibles, hasta que a falta de 3 minutos para el final, echan, de manera injusta dice él, a Pablo A. (la hostia que le metió al pobre muchacho de Castalla, se oyó en Onil, pueblo próximo pero no tanto. Y lo negaba y lo negaba, pero ese es nuestro 4 maravillas).

Darío ocupa su posición, cuando en el marcador dominábamos sólo de 1.

En el minuto 10 del segundo cuarto, ocurre que tiran 2 tiros libres y fallan, cometen falta sobre Yimi y enchufa sus dos. Recuperamos en defensa y comenten falta sobre Pablo H. y enchufa 1 y Carlos coge el rebote y le hacen falta, que este a su vez, enchufa 1.
Todo esto se vive con Pablo Abarca detrás diciendo: “arbitrucho, ahora pitas, que guevos más grandes tienes”, “Tú mesa, haber si le das más rápido al botoncito, que no corre el tiempo” “Arbitrucho y tu cállate gorrino”, y enfrente, la hinchada Catallanera, con la televisión local presente, gritando por todo.

Darío en su misión de sin faltas, la comete en el minuto 10, pedimos un tiempo y se oía “Arbitrucho, ahora las pitas, a mi antes ninguna””qué cojones más grandes tienes” y de vez en cuando “viva los novios”, es decir, todo un espectáculo del Torrentismo.

“Señores hay que aguantar, de momento sin falta, nos harán, pero que sean a Yimi o a Pablo H, que están de dulce, nada de precipitarse”…
…“que guevos mas grandes tienes arbitrucho” “ese, ese, el seis me ha dado y tu no te enteras” “viva los novios” Pom, Pom, Pom, Pom, “EEEEEHHHHHH”- Me acordé de la Semana Santa, de Herodes y de todo el repertorio de circunstancias que podían hacer que se callase el infernal ruido
“viva los novios”.

La instrucción era jugar lento, con el reloj. Todo esto en el minuto 10; sacamos de fondo, corre Yimi cerca de la otra canasta, y Manolo por encima de 3 jugadores contrarios lanza el balón que de forma milagrosa llega a Yimi: Lento, exactamente como había dicho el mister. Se oyó un gritito desde el banquillo:

¡¡¡¡¡¡MMMMMAAAAAANNNNNOOOOLLLLLLOOOO, no jodas.!!!!!

Falta a Yimi y encesta su dos tiros. Ganamos 50 a 55. Volvemos abajo a esperarlos.

Tiempo muerto pedido por ellos.

Cambiamos la defensa y nos ponemos un 3 2. Yimi manifieta su estado físico “tío llevo los pies con bambollas y no puedo moverme” miro al banquillo y hay dos díos que dicen “arbitrucho, que no te enteras” y “viva los novios”.

Se le indica a Yimi que ya se le curarán poco a poco, pero ahora toca sangrar como Cristo.
Conforme llegan a nuestra canasta, nos enchufan un triple: 53 a 55.

Nos presionan el saque y personal a Yimi.
Dos tiros: Lanza el primero y falla, lanza el segundo y……………… falla, de cojones, pero le queda fuerzas y sangre en los pies para coger su rebote y abrirle a Carlos, al cual le hacen falta y tiene dos tiros:

Faltan 13 segundos, ganamos de 2 Carlos tiene 2 tiros libres ¡podría estar el partido!

Lanza el primero y…… falla, pero lanza el segundo y ………… falla.

Piden tiempo muerto.

Se oye “mesa más rápidito con el pulsador” “arbitrucho” “viva los novios”.

Se pide que hagamos personal al primero que reciba, sabiendo que no era uno de sus mejores hombres desde esa línea.
Así ocurre, personal de Manolo y dos tiros para su 17.

Lanza y falla, lanza y …….. mete. 8 Segundos y ganamos de 2.

Sacamos y personal a Yimi. Lanza y ……. Mete!!!!, lanza y falla;

Ganamos de 3, cogen el rebote y corren hasta la línea de 3, tiran y ……. Fallan, rebote de Carlos que pasa a Pablo H y a falta de 2 segundos, le hacen personal.

Tira y falla, tira y mete, no hay tiempo para más, ganamos de 3, con un marcador de 54 a 57.
“arbitrucho” “viva los novios”.

Sólo se perdió el primer cuarto. Todos los demás se ganaron.

Pablo A. no merendó mucho en el botellón postpartido. La salida del pabellón era lamentable por el conjunto de gruñidos y quejidos de los guerreros ayorinos.
Todos enteros o con bambollas y para casa.

ESTA CATEDRAL NO LA TIRA NI DIOS.

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