jueves, 16 de diciembre de 2010

Pasen y vean, señores, con la misma entrada ves 2 partidos, pasen y vean…

12/12/2010.-C.B. Ayora – C.B. Bornay Castalla

Lo que ocurrió el sábado en el coliseo de Ayora, forma parte del chollo, la ocasión y la magnífica bondad de los jugadores del CB Ayora, los cuales, hicieron que los espectadores viesen 2 partidos con la misma entrada.

El espectáculo estaba servido; Los jugadores del equipo ayorino estaban preparados para su labor y el público se daba cita en una templada tarde.

Que momentos señores, que momentos…

Mientras en la pista, embadurnados de aceite, esculpían sus cuerpos tras el verde oliva del uniforme, los aguerridos luchadores del CB Ayora, blandando sus falcatas al viento, mientras en la grada, un público entusiasta liderado por el mítico Bené, decía, “Ayyyyy,” y otro “Ayyyyyy” y otro, y otro, a la vez que pedían la tarjeta roja y el penalty a cada entrada de los contrarios.

El hijo de Carlos, lloraba y con razón…, si hasta yo, estuve apunto de llorar en más de una ocasión.

Volvamos al principio; El tema de los dos partidos en uno.

Ya vimos en el calentamiento, cuando 3 de los integrantes del Castalla machacaban a 2 manos, que la cosa iba a ser más difícil de lo que la clasificación decía, y el partido nos dio la razón.

El salto inicial, lo ganó Gustavo, Yimi corrió la banda y Pablo A.,… no le pasó. Para deleite de la afición, el arbitro decide volver a iniciar el partido, (supongo que confiado que esta vez nos saliese la jugada) y en el salto, ganan la pelota y se meten bajo el aro, fallando ante nuestra defensa.

Como tocados por el Ángel tutelar de Ayora, San Andrés, San Antón y la Santa Lucía que hoy celebra su día, los chicos del CB Ayora corrían por la pista, y en 4 pases hicieron 2 canastas, robaron el balón y siguieron al ataque.
El primer cuarto fue magnífico, parecía BA-LON-CES-TO y fruto de ello fue el marcador a los 10 minutos, donde se encajó un 14 – 8 de autentico juego.
“…Yo ya sabía que podía ser, siempre he confiado en mis chicos, sabían lo que tenían que hacer e iban muy concentrados…” dijo el mister en la rueda de prensa posterior.

Pero que iluso; fácil, bonito y bueno iba a ser: tus ganas. Si alguien está hecho para generar cardiopatías al mister, son los jugadores de este equipo.

En el segundo cuarto, no salgo a hostiaros por que tengo paciencia y no hubiese podido, pero os merecisteis una manta de hostias que os aligeren la carga de huevos que tenéis.

No se como, pero al descanso se llega con el marcador 24 – 16, y yo tenía que aguantar al ínclito Bené, detrás, diciendo Ayyyyy, y otro Ayyyyy, y penalty y así no llegamos a los 100, que hemos pagado”.

En el vestuario, trasmito mi malestar por lo difícil que hacemos el juego, complicando la entrada desde fuera, y sólo pido que se abran todos los jugadores para que entren los exteriores, y así lo hacen al reanudar el partido…
¡¡¡¡ Pues una mierda, ni puto caso!!! Y encima metemos un triple y pensamos que todo es fácil.
¡ Cuanto daño han hecho los teletabis en esta generación!.

Sigue el despelote y los nervios. La estadística de los fallos en pases, rebotes y tiros supera las posibilidades del marcador, por lo que se deja por imposible.

Ocurre lo que tenía que ocurrir, que perdemos este cuarto por el marcador de 14 – 18, lo que aún así nos permite afrontar el último cuarto con ventaja. Si a esto sumamos que su mejor hombre estaba muy marcado por Ulises y con 4 personales, nos daba una pequeña ventaja.

Se hicieron todas las combinaciones posibles para intentar cerrar la zona central del 5, evitando esas canastas fáciles que nos estaban moliendo, empezó Gustavo, le siguió Dario e incluso esa figura esbelta que vino al partido (0 puntos, 0 personales).

La solución que mejor funcionó para esos minutos, fue colocar a nuestro hombre goma Manolo, que por salto y velocidad, dio el suficiente miedo para cerrar ese espacio (hemos de creer que este trabajo le agotó tanto que le impidió meter 3 bandejas fáciles que falló).

Menos mal que a estas alturas del partido, el Castalla también estaba cansado y su fluidez de juego no era la misma, y gracias a ello, pudimos mantener la diferencia y ampliar el marcador en las últimas jugadas.

Fue un partido difícil que había que ganar para mantener la moral alta del equipo, ya que perder en casa podría habernos hecho comenzar el año con un bajón considerable, y todavía queda mucho invierno. Por ello, hubieron algunos jugadores más sacrificados que otros, lo cual no evita que debían haber sido hostiados también.

Resultado final, 55 – 48; los hombres del Castalla con los dorsales 5, 6, 16 y 17 acabaron con 4 personales cada uno, mientras que la cuadrilla de nenazas, draw queen y zarrinitas que poseemos en nuestro equipo, acabó con 2 el que más (El sr. A. 0 patatero).

Siento no poder reflejar con más exactitud lo ocurrido en la pista, pero es que las lágrimas y la mala hostia de recordar lo que ocurrió no me dejan ver las teclas del ordenador.

Señores, seguimos en racha, es decir, jugamos, nos divertimos y no nos lesionamos, aunque mi frágil corazón, en la parte donde se almacena la mala hostia, me empieza a doler, por lo que les rogaría que escuchasen alguna de las indicaciones que se les dan, que parece que con el carnet de Carlos están todos Vds. Conduciendo.

Besos y susurros.

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