miércoles, 14 de abril de 2010

Crónica C.B. Sax – C.B. Ayora

10 de abril. Día primaveral donde los haya el que nos acompañó para nuestro desplazamiento a la localidad de Sax, donde el C.B. Ayora disputaba su último partido fuera de casa.

Quedada en la glorieta (Mateo, Manolo, David, Pablo H, Vicente, Gimi y Pedro) y puesta en marcha a las 17:00 dirección Sax. Por el camino, recogemos a Cala que luce un bonito chándal color azul y blanco.

Gracias a nuestro GPS cala’s navigator, llegamos a la entrada de Sax en un plis plas; por lo visto Cala conoce bien el terreno. 5 minutos después y tras dar un par de vueltas llegamos a la entrada del pabellón.

Nos cambiamos y mientras empezamos a preguntarnos donde está el resto del equipo (media comitiva no ha llegado todavía). Cuando estamos a punto de salir para calentar hace acto de presencia Carlitos.

----------------------------------

Y aquí aprovecho para hacer oficial la recuperación de uno de nuestro pivots de referencia; uno de nuestros más queridos tullidos ha dejado el selecto y exclusivo club de los lesionados para incorporarse a las filas del equipo titular. Charli!! Como se te echaba de menos!!

----------------------------------

Risas y cachondeo con lo animado que viene Carlos a afrontar su primer encuentro tras más de 3 meses de baja.

Salimos a calentar y al poco aparece el resto del personal.

En contraste con lo acontecido en el último partido en el que el calentamiento fue, por decirlo de alguna manera, “ligero” (creo que fueron 3 minutos y medio, contando los 3 minutos que indica el colegiado), el árbitro nos regala con unos benditos 30 minutos de puesta a punto y reconocimiento del terreno (un “gracias” en este sentido para el árbitro – ojalá cundiese el ejemplo entre los otros).

Los aprovechamos más o menos. De hecho, Pedro, muy acertadamente y viendo que lo nuestro no es tener más de 5 minutos para este menester, organizó una pequeña tabla de calentamiento. Entradas, tiros, recibir-doblar-tirar, etc, etc.

Sensaciones; buen suelo, balones “gomosos”, canasta tragona, pista cómoda en general, músculos calientes y buena música de fondo. Para empezar el partido, la cosa pintaba bastante bien.

Equipo titular: Manolo, Gimi, David, Cala y Charli.

Comienza el partido. Balón al aire. Salta Cala, aunque no puede enviar el balón a Charli (siguiendo el esquema de la jugada inicial). Bola para el equipo contrario pero en una rápida recuperación el balón acaba en manos de Manolo que casi encesta en una bandeja bastante forzada. El partido empieza bien.

En menos de un minuto Carlitos, que está más espitoso que pocholo un sábado noche en pachá, abre el marcador con un buen tiro cerca de canasta (euforia de todos los que estamos en el banquillo que, tras más de 3 meses de ausencia, volvemos a ver a Charli meter una – en mi caso la primera!).

El equipo contrario responde instantes después con un triple. Falta sobre manolo; convierte uno de los dos tiros. Minuto 2 y el partido queda empatado 3 -3. A partir de aquí nubarrón negro sobre el equipo de Ayora: Sax, que ha comenzado el partido con defensa individual y presión a todo el campo, hace estragos en nuestras transiciones de pista, robándonos balones y contraatacando incesantemente. Además, el amplio banquillo contrario y su constante rotación contribuyen a mantener muy alta la intensidad en defensa y en ataque. Por nuestra parte, subidas de balón descontroladas, ataques muy turbios y defensa férrea.

Minuto 6 del primer tiempo y el marcador es de 12 – 3 para el equipo local. Parcial de 9-0. Algo no funciona (para variar en nuestros arranques de partido).

Pedro pide tiempo muerto; los alocados saques y la macedonia de fruta mental que llevamos necesitan un poco de aire fresco. Dos pivots de apoyo, saque-recibe-vuelve y transicionamos. Va tios!!.

Los bases se ponen las pilas (tremenda presión para ellos), apretamos un poco más en defensa, algún pase dentro del área y parece que la tormenta empieza a escampar; fin del primer tiempo y marcador 12-10 con un parcial de 0-7 en 4 minutos a nuestro favor.

Segundo tiempo muy igualado. Encontramos un cierto equilibrio en cuanto que “aprendemos” a jugar su defensa presionante y aprovechamos para realizar algunos robos de balón. No obstante nuestra espesura mental en ataque sigue nublando el primaveral día de abril.

Paralelamente, el equipo contrario aumenta la intensidad tanto en defensa como en ataque, y como ya de partida era elevada, esto se traduce en un mayor número de faltas de, digamos… “alta intensidad”; caricias de toda índole se suceden bajo los aros (primeros síntomas de que el partido se le empieza a escapar de las manos al árbitro).

Destacar de nuestro juego la gran cantidad de fallos en tiros libres (6 de 10), la mejora en las transiciones y la bonita jugada hilada por el míster a falta de escasos 6 segundos para el final del cuarto, así como la correcta ejecución de la misma por parte del equipo (falto la guinda, aunque por las apuestas que habían en el banquillo, casi que mejor así ;-)).

A la postre 30-28, con un tanteo de segundo cuarto de 18-18.



Descanso. Vamos a los vestuarios. Comentamos jugadas y salimos a hacer un poquito de tiro. Primera impresión de vuelta a la pista; nos han dejado la canasta mala para los dos últimos cuartos (o eso o que se nos ha encogido el brazo, que todo puede ser). Cuando vamos a organizar una ronda de entradas marcan tiempo. Tiros y a melé de grupo con Pedro.



Arranca el tercer cuarto. Se confirma lo peor, lo que ya se veía venir, lo que ya se intuía en el segundo cuarto: el árbitro ha perdido el control del partido.

Duras entradas y defensas que nada tienen que ver con el baloncesto se suceden de forma alternada en los dos equipos (y aquí que cada uno entone su “mea culpa”); hombres por el suelo, empujones, codos a la altura de la garganta, costillas marcadas y algún que otro roce más cariñoso. Vamos, lo que había en el segundo cuarto pero con más intensidad y cadencia.

Perdemos toda la concentración como consecuencia directa de un juego muy abroncado y sucio. Tanto es así, que el parcial final de este tercer cuarto es de 13-3: convertimos 3 tiros libres de solo dos faltas pitadas (que no recibidas). No hay mas juego, aunque obviamente es difícil hacerlo cuando reina la política del “todo vale” y el “vamos a compensar”. No es escusa. Qué lástima de partido!

Aparte del tiempo que estuvimos jugando al “curling”, poco a destacar de este cuarto salvo que con un marcador de 43-31, unos jugadores magullados y cargados de faltas y un panorama de juego sucio, la perspectiva del último cuarto se hace difícil. Además, empieza a haber un miedo real por la integridad física de los jugadores, algo a lo que Pedro apela constantemente al árbitro y que parece caer en saco roto.

Cuarto cuarto. El colegiado ha decidido poner algo de cordura y empieza a hacer valer su posición de juez y mediador (lástima que llegue tarde para nosotros). Sin excesivo acierto pero evitando la dureza del juego anterior, el colegiado pita un total de 13 faltas y una técnica. Esta nueva política relaja el juego duro pero merma las filas de los dos equipos. Especialmente del nuestro, que siendo breve en plantilla, pronto empieza a sufrir bajas por 5ª personal.

Sin embargo, con un juego más fluido, el equipo entra en calor y realiza buenas jugadas defensivas con presión a todo el campo. Se roban balones y se mejora el tiro exterior y el porcentaje de tiro libre, aunque tímidamente (al final del cuarto 50% -> 8-16).

Minuto 5 del último cuarto y el marcador es de 50-43 (parcial de 7-12). La cosa no va nada mal. Sin embargo 4 faltas y una técnica dejan el marcador en 58-47 a falta de 2 minutos para el final del partido. Diferencia de casi 10 puntos que no nos permite soñar mucho con la victoria.

A estas alturas, se trata ya de disfrutar de lo poco que queda y de hacer alguna buena jugada. Dicho y medio hecho; nos relajamos de la tensión acumulada y jugamos. Finalmente y con el sonido de la bocina, un parcial de 3-7 deja el marcador en 61-54.

Derrota para el C.B. Ayora.



Una breve conclusión:

Hijos míos, una vez más hemos perdido por méritos propios. No cabe duda que el equipo contrario nos apretó las clavijas más de lo esperado y tampoco que el árbitro ha merecido más líneas en esta crónica de las que yo les suelo dedicar, pero compañeros, aunque nos pese, no sabemos jugar estos partidos: somos muy emocionales y viscerales (lo que por otro lado favorece notablemente la fogosidad y el rendimiento sexual es algo que no nos ayuda para nada en los encuentros que disputamos). Si ya le pasaba hasta al mismísimo SkyWalker -> ¡¡Difícil de controlar el poder del lado oscuro es, pero para otros encuentros tener que hacerlo debemos, sino en el caeremos!! (que era lo que el equivalente de Pedro le decía en la película a Luck, más o menos).

Aunque nos pese, pita otro y nosotros solo podemos intentar hacer para que se de cuenta y seguir jugando porque mientras nosotros nos quejamos amargamente, ellos sacan y meten canasta.

Eso es todo. Solo me gustaría añadir cuatro cosas más del partido en Sax:

- Primera; nuestro más sincero agradecimiento a los dos aficionados desplazados a la localidad de Sax (a estas alturas ya cuenta como uno), entre otras cosas, por haber sufrido en las gradas el partido de básquet (sentimos no habéroslo podido dedicar).

- Segundo; destacar la estelar vuelta a los ruedos de nuestro más carismático acho: Carlitos.

- Tercero, matizar que los escalones del castillo de Sax son bastante incómodos pero dan de sí (para el que le pueda servir).

- Y por último, poner en conocimiento de todos el nuevo servicio de taxi que despacha nuestro Mister Pedro y del que pudimos disfrutar Gimi y yo en su día inaugural: buena música y mejor conversación, por no hablar de la suavidad del chofer al volante.



Saludos y que el poder de la fuerza nos acompañe…



Faltas cometidas y anotaciones:

Carlos (F 4 – P 4)

Mateo (F 1 – P 4)

Manolo (F 5 – P 8)

Gimi (F 3 – P 13)

Pablo H (F 4 – P 4)

David (F 5 – P 12)

Cala (F 5 – P 5)

Vicente (F 1 – P 4)

No hay comentarios:

Publicar un comentario