miércoles, 21 de abril de 2010

Crónica CB Ayora-CB Bocairent

¿UN PARTIDO IGUALADO?

Mal día elegí al ofrecerme para hacer la crónica de este partido.

Estábamos calentando, comentando entre nosotros que iba a ser un
partido duro, difícil e igualado, como tantos otros esta temporada;
cuando alguien comentó que la igualdad era máxima entre Bocairent y
nosotros. Estábamos empatados en la clasificación. Ellos habían venido
con 7 jugadores, igual que nosotros (aunque luego vino Ulises y
nosotros éramos 8). Allí el partido fue igualado al máximo y lo
ganamos de un punto. Y además jugábamos en campo neutral, ya que nos
habíamos desplazado a Cofrentes a jugar porque nuestro pabellón estaba
dedicado este fin de semana a otros menesteres “más importantes”.
Desde aquí doy las gracias a Cofrentes por cedernos el pabellón.

En fin, que a alguien se le ocurrió comentar, mira el que haga la
crónica lo tiene fácil esta vez, ya sabe por donde empezar, nos
referíamos al tema de la igualdad, claro. Y nada más lejos de la
realidad. Así que me ofrecí a hacerla yo, sin saber la que se nos
venía encima.

Esta vez no tengo ni el acta del partido, así que de anotaciones y
resultados parciales poco puedo comentar.

Bueno comenzaré diciendo que una de las leyes de Murphy dice: “si algo
puede salir mal saldrá mal”. Y este sábado debíamos estar bajo la
influencia de este tal Murphy.

El partido comenzó. La jugada del salto la ganaron ellos, esto ya era
un mal presagio, aunque la primera canasta fue nuestra. Un triple
concretamente. Pero la alegría duró poco. Comenzamos haciendo nuestra
habitual defensa en zona, nos sentíamos fuertes, habíamos recuperado a
nuestros hombres altos que nos dan fortaleza en el rebote. Pero el
equipo rival pronto reventó nuestra defensa a base de triples con un
porcentaje bastante elevado. Pero esto no fue lo peor. Una zona ya
sabemos que tiene sus puntos débiles en el tiro exterior, pero también
nos hicieron canastas de juego interior.
Por el contrario en ataque, aunque daba la sensación de que jugábamos
más fluidos que en partidos anteriores y conseguíamos posiciones de
tiro, fallábamos mucho y seguíamos espesos. Este primer cuarto creo
recordar que acabamos 8 puntos abajo o así, ya digo que no tengo los
parciales.

Para el 2º cuarto hacemos un cambio defensivo, caja + 1, para defender
a su mejor jugador, el angelito se enchufó 25 puntos de todos los
colores, chapeau para él. Esta defensa tampoco dio los resultados
esperados y si bien conseguimos parar a este jugador seguíamos
concediendo tiro exterior y rebotes. Con esta defensa nos costó
ajustar los rebotes y asegurar las posiciones debajo del aro. Al
descanso estábamos en torno a 18-20 puntos abajo. Demasiado varapalo.
Así que sin comprender muy bien lo que pasaba desfilamos cabizbajos
hacia el vestuario.

Consignas en el descanso, intensidad defensiva, recuperar 10 puntos en
el tercer cuarto y luchar hasta el final. Lo mejor de nuestro equipo,
por rescatar algo positivo del partido, son esas ganas que intentamos
poner siempre, aunque las cosas no vayan bien.

Tercer cuarto. Cambiamos a defensa individual, y la cosa no sale bien
en los primeros minutos y concedemos canastas fáciles. La cosa se pone
peor. Pasan un par de minutos y empezamos a defender mejor.
Recuperamos balones y forzamos pérdidas del rival, pero aún así
seguimos concediendo canastas fáciles. Así que el resultado de este
cuarto ha sido más igualado, pero seguimos unos 20 puntos abajo.

En el último cuarto la cosa fue parecida. He de decir que luchamos
hasta el final, pero el equipo rival supo jugar con la ventaja
obtenida y cuando se veían apretados le daban el balón a su mejor
hombre que además estuvo muy bien desde la línea de tiros libres. Así
que aún aumentaron algo su ventaja hasta el 61-35 final a favor de
Bocairente.

Supongo que el resultado refleja lo que fue el partido, pero desde
luego ha sido un duro varapalo para nosotros. Trato de sacar
conclusiones positivas de este partido, pero me cuesta mucho.

Llego al vestuario y la cara de mis compañeros y la mía propia son una
mezcla de frustración, cabreo, impotencia y no se cuantas cosas más.
Estamos jodidos.

Así que después de ducharme, me subo al coche, me vuelvo solo a
Valencia, tengo como una hora en la que no voy a parar de darle
vueltas al partido, vaya panorama. Para colmo me cae un buen chaparrón
en la carretera, ¡¡¡joder!!!, pienso, ¿qué no ha habido bastante con
la que nos ha caído en la cancha?

Trato de ser positivo, bueno se lavará el coche, que está guarrísimo.
Llego a Valencia, aparco, me bajo del coche y compruebo para mi
desgracia, que no solo no se ha lavado el coche, si no que está más
sucio. ¡¡¡VAYA DÍA!!!

Así que me acuerdo de Andrés Montes y pienso “la vida puede ser
maravillosa”, pero yo sé de más de uno que vamos a estar jodidos unos
días por esta derrota.

En fin, chicos que ese ánimo arriba que hemos luchado, lo hemos
intentado y no nos ha salido nada. Vamos a acabar bien la temporada y
vamos a disfrutar de juntarnos un grupo de amigos y de jugar al
baloncesto.

miércoles, 14 de abril de 2010

Crónica C.B. Sax – C.B. Ayora

10 de abril. Día primaveral donde los haya el que nos acompañó para nuestro desplazamiento a la localidad de Sax, donde el C.B. Ayora disputaba su último partido fuera de casa.

Quedada en la glorieta (Mateo, Manolo, David, Pablo H, Vicente, Gimi y Pedro) y puesta en marcha a las 17:00 dirección Sax. Por el camino, recogemos a Cala que luce un bonito chándal color azul y blanco.

Gracias a nuestro GPS cala’s navigator, llegamos a la entrada de Sax en un plis plas; por lo visto Cala conoce bien el terreno. 5 minutos después y tras dar un par de vueltas llegamos a la entrada del pabellón.

Nos cambiamos y mientras empezamos a preguntarnos donde está el resto del equipo (media comitiva no ha llegado todavía). Cuando estamos a punto de salir para calentar hace acto de presencia Carlitos.

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Y aquí aprovecho para hacer oficial la recuperación de uno de nuestro pivots de referencia; uno de nuestros más queridos tullidos ha dejado el selecto y exclusivo club de los lesionados para incorporarse a las filas del equipo titular. Charli!! Como se te echaba de menos!!

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Risas y cachondeo con lo animado que viene Carlos a afrontar su primer encuentro tras más de 3 meses de baja.

Salimos a calentar y al poco aparece el resto del personal.

En contraste con lo acontecido en el último partido en el que el calentamiento fue, por decirlo de alguna manera, “ligero” (creo que fueron 3 minutos y medio, contando los 3 minutos que indica el colegiado), el árbitro nos regala con unos benditos 30 minutos de puesta a punto y reconocimiento del terreno (un “gracias” en este sentido para el árbitro – ojalá cundiese el ejemplo entre los otros).

Los aprovechamos más o menos. De hecho, Pedro, muy acertadamente y viendo que lo nuestro no es tener más de 5 minutos para este menester, organizó una pequeña tabla de calentamiento. Entradas, tiros, recibir-doblar-tirar, etc, etc.

Sensaciones; buen suelo, balones “gomosos”, canasta tragona, pista cómoda en general, músculos calientes y buena música de fondo. Para empezar el partido, la cosa pintaba bastante bien.

Equipo titular: Manolo, Gimi, David, Cala y Charli.

Comienza el partido. Balón al aire. Salta Cala, aunque no puede enviar el balón a Charli (siguiendo el esquema de la jugada inicial). Bola para el equipo contrario pero en una rápida recuperación el balón acaba en manos de Manolo que casi encesta en una bandeja bastante forzada. El partido empieza bien.

En menos de un minuto Carlitos, que está más espitoso que pocholo un sábado noche en pachá, abre el marcador con un buen tiro cerca de canasta (euforia de todos los que estamos en el banquillo que, tras más de 3 meses de ausencia, volvemos a ver a Charli meter una – en mi caso la primera!).

El equipo contrario responde instantes después con un triple. Falta sobre manolo; convierte uno de los dos tiros. Minuto 2 y el partido queda empatado 3 -3. A partir de aquí nubarrón negro sobre el equipo de Ayora: Sax, que ha comenzado el partido con defensa individual y presión a todo el campo, hace estragos en nuestras transiciones de pista, robándonos balones y contraatacando incesantemente. Además, el amplio banquillo contrario y su constante rotación contribuyen a mantener muy alta la intensidad en defensa y en ataque. Por nuestra parte, subidas de balón descontroladas, ataques muy turbios y defensa férrea.

Minuto 6 del primer tiempo y el marcador es de 12 – 3 para el equipo local. Parcial de 9-0. Algo no funciona (para variar en nuestros arranques de partido).

Pedro pide tiempo muerto; los alocados saques y la macedonia de fruta mental que llevamos necesitan un poco de aire fresco. Dos pivots de apoyo, saque-recibe-vuelve y transicionamos. Va tios!!.

Los bases se ponen las pilas (tremenda presión para ellos), apretamos un poco más en defensa, algún pase dentro del área y parece que la tormenta empieza a escampar; fin del primer tiempo y marcador 12-10 con un parcial de 0-7 en 4 minutos a nuestro favor.

Segundo tiempo muy igualado. Encontramos un cierto equilibrio en cuanto que “aprendemos” a jugar su defensa presionante y aprovechamos para realizar algunos robos de balón. No obstante nuestra espesura mental en ataque sigue nublando el primaveral día de abril.

Paralelamente, el equipo contrario aumenta la intensidad tanto en defensa como en ataque, y como ya de partida era elevada, esto se traduce en un mayor número de faltas de, digamos… “alta intensidad”; caricias de toda índole se suceden bajo los aros (primeros síntomas de que el partido se le empieza a escapar de las manos al árbitro).

Destacar de nuestro juego la gran cantidad de fallos en tiros libres (6 de 10), la mejora en las transiciones y la bonita jugada hilada por el míster a falta de escasos 6 segundos para el final del cuarto, así como la correcta ejecución de la misma por parte del equipo (falto la guinda, aunque por las apuestas que habían en el banquillo, casi que mejor así ;-)).

A la postre 30-28, con un tanteo de segundo cuarto de 18-18.



Descanso. Vamos a los vestuarios. Comentamos jugadas y salimos a hacer un poquito de tiro. Primera impresión de vuelta a la pista; nos han dejado la canasta mala para los dos últimos cuartos (o eso o que se nos ha encogido el brazo, que todo puede ser). Cuando vamos a organizar una ronda de entradas marcan tiempo. Tiros y a melé de grupo con Pedro.



Arranca el tercer cuarto. Se confirma lo peor, lo que ya se veía venir, lo que ya se intuía en el segundo cuarto: el árbitro ha perdido el control del partido.

Duras entradas y defensas que nada tienen que ver con el baloncesto se suceden de forma alternada en los dos equipos (y aquí que cada uno entone su “mea culpa”); hombres por el suelo, empujones, codos a la altura de la garganta, costillas marcadas y algún que otro roce más cariñoso. Vamos, lo que había en el segundo cuarto pero con más intensidad y cadencia.

Perdemos toda la concentración como consecuencia directa de un juego muy abroncado y sucio. Tanto es así, que el parcial final de este tercer cuarto es de 13-3: convertimos 3 tiros libres de solo dos faltas pitadas (que no recibidas). No hay mas juego, aunque obviamente es difícil hacerlo cuando reina la política del “todo vale” y el “vamos a compensar”. No es escusa. Qué lástima de partido!

Aparte del tiempo que estuvimos jugando al “curling”, poco a destacar de este cuarto salvo que con un marcador de 43-31, unos jugadores magullados y cargados de faltas y un panorama de juego sucio, la perspectiva del último cuarto se hace difícil. Además, empieza a haber un miedo real por la integridad física de los jugadores, algo a lo que Pedro apela constantemente al árbitro y que parece caer en saco roto.

Cuarto cuarto. El colegiado ha decidido poner algo de cordura y empieza a hacer valer su posición de juez y mediador (lástima que llegue tarde para nosotros). Sin excesivo acierto pero evitando la dureza del juego anterior, el colegiado pita un total de 13 faltas y una técnica. Esta nueva política relaja el juego duro pero merma las filas de los dos equipos. Especialmente del nuestro, que siendo breve en plantilla, pronto empieza a sufrir bajas por 5ª personal.

Sin embargo, con un juego más fluido, el equipo entra en calor y realiza buenas jugadas defensivas con presión a todo el campo. Se roban balones y se mejora el tiro exterior y el porcentaje de tiro libre, aunque tímidamente (al final del cuarto 50% -> 8-16).

Minuto 5 del último cuarto y el marcador es de 50-43 (parcial de 7-12). La cosa no va nada mal. Sin embargo 4 faltas y una técnica dejan el marcador en 58-47 a falta de 2 minutos para el final del partido. Diferencia de casi 10 puntos que no nos permite soñar mucho con la victoria.

A estas alturas, se trata ya de disfrutar de lo poco que queda y de hacer alguna buena jugada. Dicho y medio hecho; nos relajamos de la tensión acumulada y jugamos. Finalmente y con el sonido de la bocina, un parcial de 3-7 deja el marcador en 61-54.

Derrota para el C.B. Ayora.



Una breve conclusión:

Hijos míos, una vez más hemos perdido por méritos propios. No cabe duda que el equipo contrario nos apretó las clavijas más de lo esperado y tampoco que el árbitro ha merecido más líneas en esta crónica de las que yo les suelo dedicar, pero compañeros, aunque nos pese, no sabemos jugar estos partidos: somos muy emocionales y viscerales (lo que por otro lado favorece notablemente la fogosidad y el rendimiento sexual es algo que no nos ayuda para nada en los encuentros que disputamos). Si ya le pasaba hasta al mismísimo SkyWalker -> ¡¡Difícil de controlar el poder del lado oscuro es, pero para otros encuentros tener que hacerlo debemos, sino en el caeremos!! (que era lo que el equivalente de Pedro le decía en la película a Luck, más o menos).

Aunque nos pese, pita otro y nosotros solo podemos intentar hacer para que se de cuenta y seguir jugando porque mientras nosotros nos quejamos amargamente, ellos sacan y meten canasta.

Eso es todo. Solo me gustaría añadir cuatro cosas más del partido en Sax:

- Primera; nuestro más sincero agradecimiento a los dos aficionados desplazados a la localidad de Sax (a estas alturas ya cuenta como uno), entre otras cosas, por haber sufrido en las gradas el partido de básquet (sentimos no habéroslo podido dedicar).

- Segundo; destacar la estelar vuelta a los ruedos de nuestro más carismático acho: Carlitos.

- Tercero, matizar que los escalones del castillo de Sax son bastante incómodos pero dan de sí (para el que le pueda servir).

- Y por último, poner en conocimiento de todos el nuevo servicio de taxi que despacha nuestro Mister Pedro y del que pudimos disfrutar Gimi y yo en su día inaugural: buena música y mejor conversación, por no hablar de la suavidad del chofer al volante.



Saludos y que el poder de la fuerza nos acompañe…



Faltas cometidas y anotaciones:

Carlos (F 4 – P 4)

Mateo (F 1 – P 4)

Manolo (F 5 – P 8)

Gimi (F 3 – P 13)

Pablo H (F 4 – P 4)

David (F 5 – P 12)

Cala (F 5 – P 5)

Vicente (F 1 – P 4)